Parroquia de Nuestra Señora del Rosario, Oax., 19 de Abril.- En celebración religiosa, el Sacerdote Parroquial, Ricardo Vásquez Ojeda, ofició la Santa Misa por el deceso de la hermana de fe, Edith Virgina Hernández Pérez, acompañada por sus familiares y amigos.
Al pedir al Señor Jesucristo su misericordia y perdón, solicitaron escuchar las súplicas por su sierva, a quien llamó a su presencia a quien creyó y espera de Él para conducirla a su reino, su verdadera Patria, para que goce de la vida eterna.
En este miércoles II de Pascua, en el que los asistentes secundaron el Salmo responsorial: “Haz la prueba y verás que bueno es el Señor. Dichoso el hombre que se refugia en Él”. Aleluya.
En aclamación ministerial de “Tanto amó Dios al mundo, que le entregó a su Hijo único, para que todo el que crea en él tenga vida eterna”, Vásquez Ojeda en reflexión al Santo Evangelio según san Juan (Jn 3, 16-21), señaló que Dios ha llamado a nuestra hermana a su presencia y pedimos por ella para que el Señor tenga misericordia, perdone sus faltas y pecados que haya cometido en este mundo y tenga en cuenta sus virtudes, su fe y obras buenas que haya realizado.
“Siempre que se viven éstos momentos, para los familiares, los amigos se necesita el consuelo, la fortaleza para seguir adelante y, el único que nos da esas palabras de aliento es Dios, porque Él es nuestro creador, es quien nos ama y también porque sabemos que la vida al final tiene que volver al Señor; tiene que volver a Él”.
Por ello, convocaba: “Mientras estemos en el mundo, acerquémonos y busquemos a Dios, tratemos de vivir conforme a su voluntad, a sus mandamientos porque es lo único que nos va a garantizar poder ir a su encuentro, para nuestra verdadera Patria y donde vamos a encontrar la plena felicidad.
Los que creemos en Dios, como dice san Pablo, no tenemos que llegar a la desesperación ante este acontecimiento, es algo que nos va a suceder a todos los humanos y va a llegar ese momento, por ello, tenemos que prepararnos para que la muerte no sea algo trágico en nuestra vida; tenemos que aprender a prepararnos para ir al encuentro con el Señor”.
El Párroco, ante sus hermanos de fe, agregó que para los familiares y los más cercanos que viven este proceso es de dolor y sufrimiento, pero también los convocó a tener esa luz de fe y esperanza de la vida plena y total para nuestra hermana Edith Virgina a quien Dios ha llamado y se ha adelantado. “La fe nos enseña, que al final de la historia todos vamos a resucitar, nos vamos a reencontrar nuevamente ya en una situación diferente a la de este mundo pero si somos dignos de ello, pero no así sí estamos alejados del Señor y si tenemos pecado mortal.
Dios, concluyó, es misericordioso y constantemente nos llama a la conversión para que al final, su juicio sea para nuestro bien. “Como escuchamos hoy en el Evangelio, hay un juicio, una condenación, pero no porque venga del Señor porque Él es misericordia, claramente dice en qué consiste la condenación: Habiendo venido la luz al mundo, los hombres prefirieron las tinieblas a la luz, porque sus obras eran malas”.
Dios, concluyó, nos da esa oportunidad para corregir nuestra vida si andamos mal y si andamos bien, pedirle a al Señor que nos ayude a mantenernos firmes siempre en esta vida, para que cuando llegue nuestro momento no tengamos miedo y estemos preparados para decirle a Dios: Señor aquí estoy, a la hora que tú decidas llamarme porque trato de vivir conforme a tus mandamientos”. Hagamos oración y ofrezcamos una obra de misericordia por nuestra hermana Edith Virginia y pedirle a Dios para que descanse en paz y le perdone sus pecados. Así sea. Descanse en paz. (Joel JAVIER)