Sicarios se equivocan y matan a 4 menores.

Eran las 21.20 del lunes, dormían en una pequeña habitación cuando ocurrió la masacre.

Los sicarios llegaron hasta su casa en el Guasmo, al sur de Guayaquil, no miraron, sólo apuntaron a través del vidrio de la ventana y dispararon sin discriminar.

GUAYAQUIL, Ecuador. 15 Diciembre 2023.- Valentina, Bryanna, Adiel y Aitana eran sus nombres. Eran niños, cuatro hermanos. Tenían siete, cinco, tres años y cinco meses de edad.

A Rosa, su madre de 24 años, el instinto la hizo saltar sobre sus hijos para usar su cuerpo como escudo y protegerlos, pero no pudo evitar la tragedia.

Los cuatro niños murieron acribillados por los dos criminales que, según los primeros indicios policiales, se equivocaron de casa.

La hipótesis que maneja la policía es que la vivienda que buscaban los sicarios era la que estaba al lado de la casa verde de la familia Pinto donde dormían los menores.

Ahí vivía Jordan Tomalá, de 36 años, con antecedentes penales por robo y tráfico de drogas y a quien hace más de un año intentaron asesinar en una cantina en otro sector de la ciudad, pero sobrevivió. Es conocido por vender dr0ga en el barrio y huyó en el momento de la balacera.

Cuando los agentes ingresaron a la casa del sujeto encontraron credenciales de su asociación con el grupo delictivo Los Choneros y la escultura de la Santa Muerte, a la que los narc0s veneran para su protección, y al lado, una foto suya.

Los sicarios huyeron en el auto blanco en el que llegaron y que quemaron horas más tarde al otro extremo de la ciudad.

Los sospechosos pertenecen a la banda criminal de los Lagartos, según los primeros indicios policiales.

Texto y fotos: Agencias

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